viernes, 31 de octubre de 2008

Flor Higuera desde acodo

Flor Este acodo data de la primavera de 2004. Está hecho en la rama de una higuera de más de 50 años.



Siguiendo los pasos de un acodo, se formó este tremendo cepellón en apenas 3 meses.


Una vez retirado el acodo del árbol nos queda como se ve. Ahora es necesario transplantarlo, pero antes se le quitarán las hojas para evitar que se deshidrate.



Se planta en la maceta que se tiene más a mano (quizás no la mejor) y queda de esta forma


Se separa en septiembre de 2004 y se planta en una maceta de plástico hasta la primavera de 2005. Allí se deja para que eche hojas sin mucho control. En primavera de 2005 se transplanta a una maceta de entrenamiento no muy grande (quizás se debió dejar que engordara y enraizara más en la de plástico). La parte de arriba retiró sabia y entonces se aprovechó para usar como ápice la rama lateral que subía a la izquierda.


Enero de 2007, después de más de una año de cultivos, podas y pinzados.


A finales de mayo. Se va a defoliar para que ramifique un poco y reduzca el tamaño de la hoja. Tiene las suficientes raices y esta bien 'alimentada' del otoño.



martes, 28 de octubre de 2008

Jardines Cultivar un Bonsái

Jardines Para cultivar de forma apropiada uno de estos árboles en miniatura hay que conocer algunas sencillas técnicas. Llevarlas a cabo en el momento preciso y de la forma adecuada permitirá que el bonsái tenga una larga vida. El trasplante, el riego y el abonado, son las operaciones que contribuyen al buen mantenimiento de esta especie vegetal. Cómo transplantar un bonsái El trasplante es imprescindible para fomentar la buena salud del árbol. Se trata de una tarea muy útil porque, con el transcurso del tiempo, es preciso renovar la tierra en la que crece. Esto se debe a que los componentes nutritivos se agotan y las raíces se desarrollan en exceso. Un trasplante se realiza con una periodicidad de 2 a 4 años, dependiendo de la fase en la que se encuentre el bonsái. Cuando se halla en etapa de crecimiento, basta con dejar pasar un año. Si está en etapa de madurez, es suficiente con trasplantarlo cada 3 ó 5 años. Se suele llevar a cabo en la primavera, sobre el mes de marzo. Esta técnica consiste en eliminar una tercera parte de las raíces y en sustituir el sustrato por uno nuevo. Es muy importante que el tiesto tenga algún orificio que permita el drenaje. Cuando se haya realizado el trasplante, el bonsái requerirá unos cuidados especiales, ya que sus raíces habrán sufrido. Por ejemplo, se ha de mantener alejado de las corrientes de aire y de la luz directa en las próximas tres semanas. El siguiente riego se hará cuando se empiece a secar la superficie del sustrato y no se tiene que abonar o fertilizar durante este tiempo. El riego El riego es uno de los trabajos más relevantes en el cultivo de un bonsái. La mayor parte de los fracasos a la hora de cuidar uno de estos árboles derivan de un exceso de agua que origina que las raíces se pudran. Hay que comenzar a proveer de agua a la planta cuando se observe que las primeras capas de la tierra están secas. Así, de echará abundante líquido, hasta que salga por los agujeros de la base de la maceta. Resulta perfecto regar usando agua reposada, es decir, contenida en un recipiente durante 24 horas para que se evapore el cloro y esté a temperatura ambiente. Muy beneficioso es el pulverizado como complemento del riego. Abonado El bonsái encuentra los componentes nutritivos en el suelo. Al desarrollarse en un espacio muy reducido, es necesario fertilizar el sustrato periódicamente para evitar las posibles carencias de nutrientes. Para que la planta pueda completar su proceso vital necesita tres componentes básicos o macroelementos: nitrógeno, fósforo y potasio. El primero, acelera el crecimiento y aumenta la producción de semillas, hojas y frutos. El fósforo prepara a la planta para resistir condiciones adversas. Y el potasio aumenta la resistencia frente a las enfermedades. Otros que también precisa en menor cantidad son el magnesio, el azufre, el calcio, el hierro, el cobre, el cinc, el cloro, el boro y el manganeso. La tierra especial para el cultivo de bonsáis tiene elementos secundarios en cantidad suficiente, pero sí que requiere un aporte extra de macroelementos. Los abonos más recomendables son los complejos 5N- 10P- 10K o 2N- 10P- 10K. Algunos consejos a seguir son, no fertilizar en verano o invierno y reducir la dosis de nitrógeno que se aplica a una planta con follaje exuberante. Además, los bonsáis de hoja caduca se abonan después de que hayan aparecido los nuevos brotes. Las de hoja perenne, dos veces al mes y las de flores y frutos antes de que estos se marchiten. Técnicas de envejecimiento La vejez es uno de los atributos más apreciados de un bonsái. Las técnicas del 'Jin' y en 'Shari' contribuyen a aumentar esta apariencia. Un 'Jin' es una zona de madera muerta en la extremidad del tronco o de las ramas. Un 'Shari' es un área de madera muerta en cualquier parte de árbol. Para crear un 'Jin' se eligen ramas que se deben eliminar. Después, se deja la madera al descubierto, sacando la corteza. Para acelerar este proceso, se limpia la madera al descubierto con una mezcla de azufre y cal al 50%. Hay que poner cuidado en no dañar las partes sanas del bonsái.

domingo, 26 de octubre de 2008

Yuyos Hierbas arómaticas: Cultivo Azafrán

Yuyos Veamos los detalles de una de las especies más caras del mundo.
  • Nombre científico o latino: Crocus sativus
  • Nombre común o vulgar: Azafrán, Flor de azafrán
  • Familia: Liliáceas (Iridáceas).
  • Origen: se cree que fue cultivado originariamente en Cilicia, sur de Turquía, en una localidad llamada Corycus, de ahí le vendría el nombre a la planta. Otros dicen que la especia parece provenir de Persia.
  • El Género Crocus cuenta con unas 75 u 80 especies, unas 40 localizadas en Europa.
  • El azafrán está constituido por los estigmas unidos o no al estilo de la flor del Crocus sativus.
  • Constituye la especia cuyo mercado mundial ha sido y es liderada por España. - España, Grecia, Francia, Turquía, Irán, Marruecos y Cachemira son los principales productores, el que posee una calidad insuperable es el de la mancha.
  • El azafrán por su alto valor económico se ha denominado 'oro rojo', habiendo sido objeto de muy diversas adulteraciones y falsificaciones aprovechando su nombre y su valor.
  • El azafrán de España presenta filamentos más largos y delgados que el de otros países, menos grasientos, más secos, fáciles de romper, el color poco brillante y sabor ligeramente amargo.
  • El azafrán es una planta herbácea, bulbosa, perenne.
  • Altura normal de 10 a 25 cm.
  • Posee unas hojas largas, verdes y lineales, que crecen formando penachos.
  • Las hojas parecen nacer del bulbo, envueltas en su base por unas vainas; son lineraes, casi cilíndricas, erectas, de color verde oscuro y marcadas longitudinalmente con una banda blanca en su cara interna y una nervadura en su parte externa.
  • El número de hojas, agrupadas en manojo, oscila entre 6 y 10; su anchura suele ser de unos 2 mm y su altura sobrepasa la de las flores, pudiendo alcanzar y superar los 30 cm conforme se ala calidad de la planta.
  • Hojas y flores nacen generalmente al mismo tiempo. Ya avanzada la primavera estas hojas se secan.
  • Las flores suelen ser de 1 a 3 por tallo de la planta, que a su vez puede constar de 2 ó 3 tallos.
  • La flor consta de 6 pétalos de color violáceo.
  • Floración a principios de otoño (en el Hemisferio Norte, hacia la segunda quincena de octubre aparecen las flores).
  • Normalmente, la floración de un azafranal puede durar 20 días.
  • El azafranal puede presentar una intensa floración, a lo que se llama días de 'manto', y que dura unos dos a seis días, empezando a disminuir sucesivamente hasta terminar dicho período de floración.
  • Los estigmas destacan en la concavidad de la flor en número de 3, de color amarillo rojizo o anaranjado; 3 a 4 cm de largo, que una vez desecados quedan reducidos a 2 cm.
  • Finísimos en su base, devienen progresivamente más gruesos hasta alcanzar en su extremidad unos 2 mm; son por lo general acanalados y rematados en forma de maza o pequeña trompa.
  • El estigma seco posee una intensa fragancia y constituye lo que se denomina puramente azafrán.
  • Al conjunto de la flor se la denomina 'rosa del azafrán'.
  • El clima debería ser templado, cálido y seco, soporta bien temperaturas elevadas y fríos intensos, aunque las heladas tempranas pueden perjudicar la floración.
  • Luz: conviene que esté expuesta al sol.
  • Temperaturas: la temperatura media anual debería oscilar entre 10 y 15° C. La planta soporta temperaturas rigurosas, con valores que oscilan entre 35-40 ºC en verano y -15 ºC ó -20 ºC en invierno, referidos al medio ambiente, ya que las temperaturas propias del suelo varían ostensiblemente.
  • No obstante, valores del orden de -15 ºC ó -20 ºC si coinciden con períodos críticos del vegetal pueden ocasionar serial alteraciones en el bulbo, repercutiendo sensiblemente en los rendimientos finales de producto.
  • El suelo debe de ser profundo para evitar la compactación y con el objeto de permitir el almacenamiento de agua, aspecto fundamental tratándose de climas con bajos índices pluviométricos. 60-70 cm suele ser una profundidad apropiada.
  • Deberá ser un suelo equilibrado en materia orgánica con el fin de reducir los riesgos de erosión a que se hallan expuestos no pocos suelos dedicados a este cultivo.
  • Con un contenido del 1,5 al 2% de materia orgánica pueden obtenerse buenos rendimientos de azafrán.
  • El terreno debe estar perfectamente mullido, ligeramente húmedo pero no mojado.
  • PLANTACIÓN
  • La época para realizar la plantación varía según las zonas climáticas pero de modo general los meses más favorables son los de mayo y junio en el Hemisferio Norte, es decir, finales de primavera, ya que es en el transcurso de esos meses cuando las condiciones de suelo y clima muestran valores más óptimos para llevarla a cabo.
  • Se pueden cifrar unos 30 bulbos por metro cuadrado lo que nos daría una densidad de plantación de unos 300.000 bulbos por ha.
  • La profundidad de la plantación tiene su importancia.
  • Una variación de 5 cm en una zona expuesta a la acción de persistentes o rigurosas heladas puede influir en la fisiología del bulbo.
  • La profundidad del marco suele ser del orden de 12 a 15 cm conforme a condiciones de clima y suelo de cada zona.
  • La separación entre bulbos viene a ser de unos 10 cm con dos hileras por surco, separadas entre sí por unos 8-10 cm.
  • La separación entre surcos suele oscilar entre 25 y 30 cm de forma que quede espacio suficiente entre ambos para asentar bien los pies y permitir las labores propias del cultivo.
  • Previamente a la plantación es recomendable someter los bulbos a un tratamiento con algún fungicida y mantenerlos durante una semana o más a una temperatura de 35 ºC. Este proceso suberiza las posibles heridas y ayuda a combatir, en otros bulbos, la infección de fusarium.
  • Una vez efectuada la plantación de los bulbos, aproximadamente un mes después, es conveniente dar una cava de 10-12 cm de profundidad si se observa que el terreno denota la presencia de malas hierbas como resultado de la remoción de la tierra al ejecutar la plantación. Efectuarla con tacto para no dañar los bulbos.
  • CULTIVO:
  • Riego: es poco exigente de agua, pero tiene dos épocas críticas en cuanto a requerimientos de humedad, una en primavera para favorecer la formación de bulbos y otra a principios de otoño, para facilitar la brotación y floración.
  • Si es necesario, en esos momentos, se debe recurrir al riego, pero teniendo en cuenta que el exceso de humedad es mas perjudicial que la sequía, pues provoca la pudrición de las raíces.
  • Se trata de un vegetal perfectamente adaptado, desde hace siglos, a climas secos, rozando en ocasiones situaciones límites, que depende, casi exclusivamente, del agua procedente de las precipitaciones.
  • Abonado: las cantidades de estiércol a aplicar serán de 12000 a 20000 kg/ha. Aplicables como mínimo tres meses antes de la plantación de los bulbos.
  • El tercer año de cultivo, puede o no aplicarse abonado. Una gran mayoría de agricultores no lo lleva a cabo. Si se realiza, tanto las dosis como la época de abonado son las mismas que para el segundo año.
  • Durante los meses de verano se efectúan binas muy superficiales tendentes a evitar costras en la superficie del suelo.
  • Malas hierbas: es importante mantener el suelo en todo momento libre de vegetación adventicia. Se llegan a emplear herbicidas selectivos.
  • Laborero: la labor principal debe ser llevada a cabo correctamente. La operación consiste en una aradura profunda, entre 35-40 cm, siempre en función de las propiedades de que se halle dotado el suelo para la retención de agua.
  • Otra finalidad consiste en mullir la tierra favoreciendo con ello la infiltración del agua y contribuyendo con ello a incrementar las reservas del suelo; esto coadyuvará a evitar, llegado el período de sequía, la formación de concentraciones más o menos densas de sales, perjudiciales para el azafrán.
  • En octubre (principios de otoño), unos días antes de la floración, es aconsejable dar una ligera cava para mullir la costra de la superficie y permitir la floración de la planta sin problemas.
  • En septiembre hay que aplicar una bina superficial entre surcos con la finalidad de quebrar la costra superficial que se forma a la salida del verano, mullir y airear el mismo y eliminar las malas hierbas.
  • 10 ó 12 días después de la recolección de la flor del primer año, en octubre o noviembre, según regiones, es conveniente llevar a cabo otra cava superficial, entre surcos, con idéntica finalidad que las anteriores.

  • Enfermedades: la más común de las enfermedades y con toda posibilidad la más nociva, es el 'Mal vinoso', provocada por un hongo del suelo conocido como Rhizoctonia violacea Tul.
  • Este patógeno ataca al bulbo de azafrán provocando una sucesión de manchas purpúreas, violáceas o negruzcas que llegan a pudrir el órgano.
  • En el interior de éste se originan masas escleróticas blanquecinas en principio, salpicadas en un verdadero amasijo de puntos violáceos y rojizos; el bulbo va progresivamente ablandándose hasta descomponerse por completo.
  • Los síntomas característicos de la enfermedad se manifiestan en el bulbo mediante la presencia en el exterior del mismo de una malla de filamentos violáceos, de color semejante al vino, de ahí su nombre, y la razón de que a los bulbos afectados se les conozca como 'Cebollas borrachas'. Una vez afectada, la suerte de la planta es cuestión de días.

  • Otra enfermedad del azafrán es la llamada Gangrena seca. Conocida también como podredumbre, caries, etc., se caracteriza por la destrucción de la médula o carne de la cebolla enferma, en donde aparecen al principio unas manchas pardo-negruzcas que se agrandan poco a poco hasta afectar a toda la masa. Está producida por el hongo Sclerotinia bulborum.
  • Otra infección de hongos puede ser provocada por el Fusarium sp. Se manifiesta con desarrollo anormal de las hojas acompañado de clorosis. En cambio en la base del bulbo se asiste a una degeneración de las células con pérdida de las reservas nutritivas necesarias para la floración de la planta. De este modo, se dan descensos de producción que en los casos más graves pueden ser incluso del 30%. Cuando aparezcan hongos en la plantación ya hecha, se arrancarán las plantas afectadas y las próximas a ellas, para quemarlas o destruirlas inmediatamente. En esos suelos no se pondrá azafranal durante algunos años.
  • RECOLECCIÓN
  • Cada flor contiene sólo tres estigmas, para cosechar 450 gramos de azafrán, supone extraer entre 200.000 y 400.000 estigmas, es decir, miles de flores para reunir unos gramos. A título orientativo se podría decir que una hectárea de cultivo suministra alrededor de 15 kg de estigmas secos el primer año, unos 30 kg el segundo y unos 20 kg el tercer año de vegetación. Este trabajo se realiza a mano. La mano de obra precisa para la recolección de flores y separación de los estigmas se estima en unas 20 personas, durante unos 2 meses. La recogida hay que hacerla diariamente, antes de que el sol caliente; por tanto, en las primeras horas de la mañana, con lo que se evitará el que las flores se marchiten, ya que dificultará su recolección y monda. Para recoger la rosa, se hará una por una y por debajo de la inserción de los estigmas, empleando la uña del dedo pulgar apoyado sobre el índice. Una vez cortadas se echarán en cestas de esparto o mimbre, tratando de que las flores se compriman lo menos posible. Trasladada la flora a la casa o almacén, se procederá a su monda, o en caso de retrasarse unas horas, nunca se amontonarán las flores, pues se calentarían y perderían calidad, lo que perjudicaría al azafrán. Los estigmas sacados se colocarán, en capas de unos dos centímetros, en cedazos de tela metálica fina o tela de seda, poniéndolo sobre una estufa caliente, braseros, brasas de fuego o rústicos fuegos caseros. No se cortarán los estigmas demasiado altos, ya que se separarían los tres, ni demasiado bajos, porque quedaría unido a ellos una parte que afea el azafrán (llamados 'pajitos' y que son amarillos), sin que, por otra parte, aumente el peso del mismo. Algunas personas envuelven el producto recién tostado en talegos o pequeños saquitos de lana que guardan en cajas de madera o metal resistentes al óxido; otras lo llevan a cabo en frascos de vidrio opaco, con tapones parafinados, o en recipientes de barro: orzas, pequeñas tinajas, etc; hay quien envuelve el azafrán en tela negra -el color tiene su importancia por aquello de la luz- y lo conserva guardado durante años en arcones de madera o cajas forradas de cinc; todo ello para preservar el azafrán de los efectos de la humedad y de la luz. Llevada a cabo la recolección de la flor del tercer año es aconsejable levantar el azafranal, operación que acostumbra a ser efectuada a finales de primavera (mayo o junio). La plantación permanecerá en un mismo terreno por un período no mayor a los 3 años. Después de este tiempo, no conviene volver a plantar en el mismo sitio por otro período de 8 a 10 años.
  • El azafrán agota temporalmente el terreno para el propio cultivo, pues es cierto que una vez levantado el azafranal es aconsejable dejar transcurrir 10 ó 12 años antes de volver a plantar azafrán en esos terrenos, si bien pueden ser utilizados para otros como cereales o leguminosas.
  • No estará de más, puesto que de conservación tratamos, recordar las premisas mínimas para una buena conservación de los bulbos de azafrán, como son: almacenar éstos, una vez seleccionados y limpios los más sanos, sin manchas violáceas ni heridas, en capas de 20 a 25 cm, en locales secos y aireados, con temperatura aproximada entre 5 y 8 ºC y una humedad relativa del 65-75%.
  • El croco (bulbo) del azafrán tiene semillas estériles, de forma que ha de ser cultivado vegetativamente.
  • Cada año se forman dos o tres bulbitos en la base del bulbo principal que se recogen y se emplean para la nueva siembra.
  • Aunque la planta puede vivir hasta los 15 años, en la práctica se desechan cada 4 años.
Blogalaxia: ~ Technorati: ~ AgregaX:

sábado, 25 de octubre de 2008

Jardin Jardín oriental

Jardin Los japoneses consideran que el mundo es tal y como la imaginación lo crea. No se distingue de uno mismo, de los sueños y la locura. El universo está en constante cambio, en continuo proceso de creación y destrucción, de vida y muerte. Nada es estático, nada permanece y así como las nubes cambian de forma y las estrellas el firmamento, así se mueven las montañas y los valles, aunque demasiado despacio para que lo aprecie el ojo humano. Según una tradición milenaria, dos grandes fuerzas opuestas se revelan en este proceso constante, el yin y el yang , representantes de cada polo sexual. Cada elemento del paisaje pertenece a una y tiene, por tanto, un atributo sexual. El paisaje ideal es el producto del equilibrio de ambas Unas complejísimas premisas filosóficas son la base del increible y sutil arte de la jardinería en Japón. Esta tradición se plasma en el sakuteiki, uno de los primeros manuales sobre jardinería escrito por Tachibana Toshituna (1028-1094). Se basa en el Feng Shui, arte universal de equilibrar y armonizar el flujo de energías naturales en el entorno para crear efectos beneficiosos en la vida de quien lo practica. De esta forma, si se disponían los objetos de una manera que no fuera la correcta, era un símbolo de mal presagio. El sintoísmo, por su parte, difundía la creencia de que el mundo está repleto de espíritus, y que estos habitan en las rocas, el agua o las plantas de tal forma que, para no desatar su cólera, se había de extremar el cuidado y las atenciones a estos elementos. Elementos naturales Estos jardines, despojados de toda suntuosidad, seducen por la sabia combinación de piedras, arbustos y arena, reflejando la sensibilidad de los japoneses y su amor a la naturaleza. El surco de agua que simula el recorrido de un río es altamente apreciado porque trae al jardín el sentimiento del valle, mientras que las rocas enterradas hasta más de la mitad de su volumen permiten lograr una mayor naturalidad de las montañas. Así, los jardines japoneses cumplen con la finalidad de servir como lugar de meditación donde el ser humano puede interpretar lo que presencia a su modo, concentrando la energía hacia el interior de su espíritu. En el mundo occidental, se intenta copiar esta forma de crear y cuidar el jardín. Sin embargo, la mera preocupación por lo estético que parecen tener estas réplicas no se tiene en su origen: en Japón, se huye del adorno fácil, tiene su origen en las creencias religiosas y busca una armonía mágica con el entorno y los elementos naturales. Las rocas son elementos con gran fuerza simbólica, por lo que la elección de la piedra ha de realizarse con sumo cuidado. Debe tener formas artísticas, aunque lo importante es saber aprovechar las ventajas naturales de la roca escogida usando, por ejemplo, las más planas en la confección de cascadas. En cuanto a la disposición de flores y plantas, no debe haber abundancia de canteros y motivos florales. La flor debe ser un toque de distinción, porque de lo contrario desviaría la atracción visual. Un jardín sobrio y visualmente panorámico es el secreto de la elegancia. La importancia del agua El agua es uno de los principales elementos en los jardines orientales, y debe dar la sensación de que brota de la vegetación. Los conocidos como 'sansui' eran unos jardines grandiosos que se podían recorrer en barca, surcando el agua del arroyo o de los lagos artificiales con islas . El estanque era el centro de atención, de forma que todo el diseño del jardín giraba a su alrededor y, aunque éste no se encontrase necesariamente en el medio, sí ocupaba un lugar privilegiado. En los lagos, tiene suma importancia el lugar por donde penetra el agua, normalmente en forma de cascada, que debe ser un punto de interés donde se centre la atención. Además, no es conveniente que pueda verse totalmente desde ningún punto del jardín. Las cascadas son otro de los elementos característicos de este tipo de jardines, ya que introducen el sonido y el movimiento en el diseño general, de forma complementaria a la del viento que mueve los árboles y el follaje. Y, por supuesto, también relacionados con el agua, están los puentes, siendo el más característico el constituido por una única laja de piedra o sustituyéndola por un material más barato y menos noble como la madera. Las islas sirven también para crear otros focos visuales de interés. También existen los jardines secos, que sustituyen el agua por la grava, marcando en ellas formas naturales, simulando arroyos, etc. Las piedras que sobresalen en grupos son, ni más ni menos, las islas donde reposan los elegidos en paz. Son las rocas las que cobran especial importancia y el concepto fundamental es el del equilibrio, equilibrio implícito, asimétrico de formas y esquemas, el equilibrio entre las formas y los colores, el agua y el follaje, entre lo vacío y lo lleno.

viernes, 24 de octubre de 2008

Yuyos Higuera desde acodo

Yuyos Este acodo data de la primavera de 2004. Está hecho en la rama de una higuera de más de 50 años.



Siguiendo los pasos de un acodo, se formó este tremendo cepellón en apenas 3 meses.


Una vez retirado el acodo del árbol nos queda como se ve. Ahora es necesario transplantarlo, pero antes se le quitarán las hojas para evitar que se deshidrate.



Se planta en la maceta que se tiene más a mano (quizás no la mejor) y queda de esta forma


Se separa en septiembre de 2004 y se planta en una maceta de plástico hasta la primavera de 2005. Allí se deja para que eche hojas sin mucho control. En primavera de 2005 se transplanta a una maceta de entrenamiento no muy grande (quizás se debió dejar que engordara y enraizara más en la de plástico). La parte de arriba retiró sabia y entonces se aprovechó para usar como ápice la rama lateral que subía a la izquierda.


Enero de 2007, después de más de una año de cultivos, podas y pinzados.


A finales de mayo. Se va a defoliar para que ramifique un poco y reduzca el tamaño de la hoja. Tiene las suficientes raices y esta bien 'alimentada' del otoño.



jueves, 23 de octubre de 2008

Patios Caracteristicas Palmera de Bismarck

Patios Etimología: En honor al príncipe Otto von Bismarck, primer canciller alemán. Palmera de tronco simple, grueso, de 10-20 m de altura y hasta 35 cm de grosor. Hojas palmeadas, erectas o ligeramente curvadas, de color verde azulado, cubiertas en el pecíolo de una cera blanca. Segmentos en número de 50-75, largos. Inflorescencia con ramificaciones cortas. Fruto ovoide, de unos 4 cm de diámetro, de color marrón oscuro. Es una palmera de crecimiento más bien lento. Destaca por el color gris azulado de sus hojas, que la convierten en una de las palmeras más vistosas. En zonas libres de heladas se las puede ver plantadas en alineaciones, o formando grupos a diferentes niveles. Resulta excelente como ejemplar solitario. Buena para decorar patios y terrazas en su estado juvenil. En interiores muy iluminados también se la puede plantar, pero no es tan habitual. Los indígenas usan sus troncos y hojas para construir habitáculos. CULTIVO Exposición soleada incluso desde joven. No soporta heladas aunque puede resistir hasta -4ºC las plantas adultas y adaptadas. Se cultiva al exterior en muchas regiones mediterráneas. Tolera suelos pobres, aunque prefiere suelos fértiles y bien drenados. Si hay que extraerla del suelo es preciso hacerlo con mucho esmero, puesto que es difícil el trasplante, se muere si pierde el cepellón de tierra. Se multiplica por semillas que tardan en germinar.

Hierbas Jardines acuáticos, pura vida y energía

Hierbas Algo diferente y muy curioso es la jardinería acuática. Aunque parezca lo contrario, se trata de una técnica muy sencilla. Lo importante es conocer las propiedades del agua y de las flores y plantas que en ella se pueden desarrollar. También, es imprescindible saber los secretos del drenaje. Si se quiere crear un espacio único en el patio o jardín, es posible recurrir a las técnicas de la jardinería acuática para lograr un diseño personal y exótico. Estos jardines resultan sumamente atractivos y originales. Para dar un toque oriental a un patio o parcela se pueden cultivar en un pequeño estanque o fuente. Hay que tener en cuenta que no requieren más atenciones que los jardines de tierra. En su diseño, que está abierto a numerosos estilos y tamaños, influyen básicamente tres factores: el espacio del que se disponga, el tiempo libre para cultivarlo y los gustos y preferencias del jardinero. El agua es fuente de vida para cualquier ser vivo, tanto animal, vegetal y humano. Por ello, se trata de un elemento indispensable para cualquier planta, además de aportar vigor y movimiento a los espacios verdes. En el caso de los jardines acuáticos, es el medio en el que crecen y viven las plantas. Se trata de un entorno muy rico y es ideal para usarlo como jardín, pues además de decorar a la perfección nuestro rincón preferido se encarga de que nuestras plantas se encuentren a salvo facilitándonos el trabajo de mantenimiento de las mismas. Posibilidades Siempre se han de ajustar las dimensiones del estanque o fuente a las propiedades del jardín, para crear una armonía que permita que todos los elementos combinen a la perfección. Además de ello, hay que estudiar el terreno en el que se va a asentar nuestra nueva creación. Los estanques pueden ser artificiales; en este caso, estarán construidos de hormigón, lámina de butilo o de un recipiente prefabricado que se enterrará en el suelo. La elección del material que vamos a utilizar dependerá de nosotros mismos. Existen otras posibilidades de fabricar un jardín acuático. Se puede usar un panel impermeable y forrarlo después con fibra de vidrio pegada con resina. En un patio, se pueden construir estanques con ladrillo revestido de hormigón. Sin duda, es imprescindible recurrir a un profesional ya que cada terreno posee unas características y puede ser que la presión ejercida por el agua sea excesiva. Por otro lado, la profundidad del estanque debe ser tal que permita colocar los vasos en el fondo del mismo y albergar entre 10 y 20 centímetros de agua. El toque personal Existen múltiples opciones a la hora de planificar y desarrollar este espacio acuático. Todo dependerá del gusto del jardinero y de las posibilidades que ofrezca el territorio donde se va a construir. Cada jardín es un mundo que depende de la creatividad que se emplee en el diseño de su espacio. Con un poco de imaginación y mucho esmero nuestro trabajo tendrá unos resultados increíbles dignos de toda admiración que serán el centro de todas las miradas. El diseño puede ser natural o artificial. En el primero de los casos, se procurará integrar el jardín acuático en el espacio donde se va a introducir. Para ello, se intenta que se funda con el parterre terrestre y las características del patio o parcela, usando elementos decorativos naturales como troncos o piedras. Los troncos se pueden disponer rodeando el estanque, y las piedras creando formas circulares alrededor de conjuntos de plantas. Las formas son también muy variadas. Pueden ser regulares o irregulares. Normalmente, los jardines de agua artificiales buscan las líneas simétricas y el orden y los naturales la espontaneidad. Es muy importante la coordinación del estilo de la casa con el diseño y la forma del jardín acuático, persiguiendo su correcta combinación para evitar contrastes inadecuados. Todo es producto de nuestro espíritu creativo: el toque personal que demos a nuestro oasis dirá mucho de nosotros. Cuidados El mantenimiento de este tipo de espacios es muy sencillo. Lo primero que se debe hacer es instalar un buen mecanismo de drenaje para mejorar la limpieza del estanque o fuente, así como un sistema de recirculación que propicie la oxigenación del agua. Ambos son imprescindibles para el desarrollo adecuado de las plantas ribereñas. Podemos optar por sistemas de programación para que nuestro jardín acuático esté siempre limpio y cuidado. También es importante aislarlo, para lo que se pueden usar los siguientes tipos de materiales: arcilla, cemento, piedras, PVC y polietileno. Para ello, se puede solicitar el servicio de un experto, que nos aconsejará y nos dará las pautas para lograr un perfecto estanque acorde a nuestras necesidades y a las de nuestras plantas. Recurrir a profesionales puede ser una buena solución, pues si no estamos seguros de algún aspecto ellos nos servirán de gran ayuda. Especies adecuadas Son muchas las plantas acuáticas que se pueden plantar en un estanque. Si se posee un gran espacio, se pueden hacer bellas composiciones mezclando alguna de estas plantas. Por ejemplo, la 'Nelumbo Sp', que tiene flores rosas y precisa luz abundante, combina a la perfección con una 'Calla Palustris', que resiste muy bien los cambios de temperatura. También resulta ideal la mezcla de la 'Nympahea Odorata' con el 'Iris Pseudacorus' o el 'Acorus Calamus', puesto que las tres soportan el sol. También hay otras de estas especies acuáticas muy interesantes como la 'Primula Florindae' o la 'Thypa Minima'. La primera es óptima para plantar junto a un estanque, ya que necesita mucha humedad para desarrollarse correctamente. La segunda ha de crecer en aguas poco profundas y luce unas bellas hojas finas. Si no se dispone de gran espacio, es posible cultivar un jardín acuático en un recipiente grande en el que se pueden tener algunos peces. Plantar nenúfares adecuados a la profundidad es lo mejor. Además, se pueden usar especies acuáticas ornamentales y plantas oxigenadoras.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Planta Arce palmatum, evolución

Planta
Cuando se compró este arce (acer palmatum) en un vivero era un plantón con una forma muy rara, dos ramas en forma de 'v', una maraña de ramas ..... tenía tronco bonito, pero las ramas eran desconcertantes.



Se hizo una poda drástica, pero seguía quedando una forma de "tirachinas" antiestética total.




Se suprime la rama de la izquierda y cambiar el ángulo de plantado para intentar formar el árbol a partir de la rama de la derecha. Ahora está transplantado en una maceta de entrenamiento.

Ese verano el ramaje está como se ve al dejarse crecer libremente.

El invierno siguiente se le poda más, se deja tal como se ve con un ramaje básico y se alambra. Un consejo, cuidado con dejar el alambre más de 6 meses puesto que el arce crece muy deprisa y pueden quedar las marcas del alambre.




El árbol va cogiendo la forma que se pretende poco a poco.



Se ha defoliado y está como se vé (ahora tiene las hojas más pequeñas y las ramas más finitas. Todavía queda mucho camino, pero haber conseguido este cambio en 1 año y medio no está mal.



3 meses después.


Se le transplanta a una maceta de entrenamiento para que engrose un poco y se le corta el ápice para corregir las ramas de la parte alta. El ángulo de plantado que se vé va a ser el que se le dé en el próximo transplante, y quizás con maceta de bonsai incluido.




martes, 21 de octubre de 2008

Jardines TRANSPLANTE DE ARCE DE VIVERO

Jardines
Esta es la demostración de que con pocos recursos y en poco tiempo se puede hacer un prebonsai decentillo. Se compró esta planta de vivero hace poco más de un año por 9.50 euros, precio muy razonable. Medía 90 cm. Se transplantó a maceta de entrenamiento para dejarle crecer a sus anchas, mucho abono, mucho sol y empezó a "desmadrarse". Luego se quitaron esas ramas que salen a la derecha y se dejó el tronco de la izquierda como guía principal.


Unos meses presentaba este aspecto. Se le dejó crecer hasta 1.20 cm. Además en el verano pasado se le hicieron 3 acodos en el ramaje superior aprovechando la fuerza de creciento.


Un año después de la adquisición (hace 2 meses) procedemos al transplantado y recortado de raices para dejarle otra temporada en maceta de entrenamiento. Apareció un pan de raices espectacular después del plantado un año en akadama 100%. Se procedió a una poda de las ramas ……



….. y recorte de raices para equilibrar la parte aérea con la radical.




Además por el camino se aprovechó para sacar un par de acodos como el que os muestro, acodos que han ido a parar a suelo para que engorden unos añitos.



Y así nos quedó una vez transplantado a la misma maceta de entrenamiento.




A día de hoy con la primera brotación de primavera. Tira hojas de manera muy fuerte y solo queda ir modelándole con los pinzados y alguna poda si se desmadra. Mide 30 cm. de alto (sin maceta) y otras 30 de ancho, nebari de 7 cm.

lunes, 20 de octubre de 2008

Yuyos PLANTAS DE ACENTO

Yuyos

Las "plantas de acento" son pequeñas plantas que acompañan al bonsái como complemento. Se colocan en las exposiciones de bonsai y se pueden tener también en casa.
Lo ideal, yo creo, es que sean plantas o elementos de la misma zona o entorno al que pertenece el bonsái. No deben ser muy grandes ni tener elementos como flores muy grandes para no quitar protagonismo al bonsái, que es lo que realmente nos interesa resaltar. En definitiva, son plantas elegidas por su belleza u originalidad y presentadas individualmente para dar valor al bonsái al que acompañan. En terminología japonesa, se denominan 'kusamono'.

Esta es una muestra de algunas de las que yo tengo cultivadas en maceta para "adornar" los bonsái (muy pocas por falta de espacio).


Se trata de las siguientes:

SAGINA SUBULATA


La verdad es que esta planta es un poco invasiva. Si la tienes en la misma maceta que el bonsái, sus raices pueden competir con las del bonsái por los nutrientes y no es muy conveniente, pero sola es una bonita planta de acompañamiento.

UMBILICUS PENDULINUS

Llamada "ombligo de Venus", es una planta herbácea que puede alcanzar hasta 90 cm. de altura si las condiciones del terreno son buenas. Aquí se trata de que planta no se desarrolle mucho precisamente para que no quite protagonismo al bonsái que acompaña.
Tiene una base engrosada de la que nacen hojas de largos rabillos, muy carnosas y jugosas, y se cría en las rendijas de las peñas y entre los muros, siempre en lugares sombreados, por lo que reduciéndolas el espacio en maceta pequeña no tienen problemas de desarrollo.

CRASSULA


Existen más de 130 especies de crásulas. Tienen las hojas gruesas que les sirven como reserva de agua para las largas y secas estaciones del desierto, su habitat natural, y deben estar expuestas al sol directo. Algunas especies tienen flores blancas o rosas en primavera. Como planta de acento yo tengo esta variedad que creo es una "Crassulla Obovata".

HEPATICA

Del género de hierbas vivaces (Ranunculáceas), las hepáticas tienen hojas perennes, gruesas, acorazonadas, formadas por tres lóbulos que recuerdan más o menos a los tres lóbulos del hígado humano (el nombre deriva del latín hepaticus, que significa hígado). Crecen en bosques abiertos y florecen al principio de la primavera. Para los bonsái también son plantas invasivas y que conviene no tener en la misma maceta; mejor en maceta aparte y sola.

ECHEVERIA




Es una planta que adopta la forma de rosetas de hasta 8 cm de diámetro, al final de los cuales aparecen los retoños, en gran número. La roseta es de color blanquecino o verdoso y está recubierta de una sustancia impermeable llamada pruina. Sus hojas son ovales, cóncavas, carnosas y acaban en un pico no muy acentuado.


MUSGO DE FIBRA CORTA o común.


Los musgos se encuentran principalmente en áreas húmedas y de luz y es difícil de mantener lejos de esas características. En el norte de España es relativamente fácil mantener el musgo en las macetas debido a los índices altos de humedad y es fácil reproducirlo usando yogurt o moliendo y luego plantando el propio musgo..



MUSGO SPHAGNUM



Es un tipo de musgo de fibra larga. El tejido foliar tiene numerosas células vacías que almacenan agua. Tampoco es aconsejable colocarlo en la misma maceta de los bonsái, pues puede competir con las raíces del bonsái. Yo lo uso para los acodos de ramas, pues mantiene muy bien la humedad y hace que se generen y desarrollen muy bien las raices.


HELECHO (Pteridium aquilinum)



Se dan en bosques umbrosos y matorrales de zonas lluviosas y de terrenos más bien pobres en bases. Como los musgos, precisan agua para reproducirse, puesto que los gametos masculinos tienen que desplazarse nadando hasta los gametos femeninos. Esto es debido a que, como sucede en los musgos, no tienen flores y, por lo tanto, no pueden producir polen. Si no se les deja crecer mucho son plantas muy bonitas como acompañamieno.

Flor Clasificación del Bonsái según su estilo- Shakan (III)

Flor
Shakan (inclinado):Se trata de árboles con troncos más o menos rectos pero inclinados. Esta inclinación, que puede ser tanto a derecha como a izquierda, suele ser de un máximo de unos 45 grados sobre la vertical pues a partir de ahí se les puede considerar como semi cascada, o cascada.El estilo inclinado es, a diferencia de los anteriores, un estilo en el que el medio ambiente ha dejado una clara huella sobre el árbol. Los estilos de tronco vertical hablan de árboles viviendo en condiciones favorables y que por tanto han podido desarrollarse en la dirección ideal; vertical, o casi, con ramas y raíces distribuidas de forma uniforme dando impresión de estabilidad y equilibrio. Pero un árbol inclinado nos indica que no ha sido tan afortunado y que un medio más hostil le ha obligado a inclinarse, por lo que tanto la distribución de ramas como de raíces no tiene por que ser la esperada.Si en un tronco vertical uno podría esperar una cierta correspondencia entre las raíces más gruesas con aquellas ramas a las que soportan (una rama gruesa generalmente dispone de una raíz igualmente gruesa justo debajo encargada de alimentarla pues el camino de savia es en ese caso el más corto posible), en un árbol inclinado esto no tiene por que ser cierto, tanto más cuanto mayor sea la inclinación que presente. En este caso, las raíces más gruesas tratarán de asegurar la estabilidad del árbol tratando de compensar en lo posible el efecto de la gravedad sobre el tronco inclinado y por lo tanto aparecerán en las dos zonas donde son más necesitadas: Justo en la parte de la base que queda bajo el tronco inclinado, y en la parte opuesta, la más externa de la inclinación. Es importante recordar que dicha inclinación afectará igualmente a la forma de estas raíces, pues aquellas situadas en la parte interna se verán sometidas a fuerzas de compresión, mientras que las situadas en la parte externa se verán sometidas a tensiones al tratar de anclar el árbol al suelo, y por tanto serán bastante más alargadas que las anteriores.La inclinación del tronco puede empezar justo a nivel de suelo o algo más arriba, incluso puede presentar curvas notablemente acentuadas. Hay que notar que un tronco recto indica que la inclinación se ha producido recientemente, mientras que alguna curva da la impresión de que el árbol ha tratado de recuperarse a lo largo del tiempo.Respecto a la distribución de ramas, si bien es posible aplicar la idea de la distribución habitual de ramas como en los casos de troncos verticales, hay que tener en cuenta que las ramas en la parte externa de la inclinación suelen tener mayor peso por diferentes motivos: actúan como contrapeso equilibrando el conjunto, y reciben más luz que las situadas en la parte interna desarrollándose con un vigor bastante mayor. Es por esto por lo que en la mayor parte de los casos la primera rama, y la mas pesada, debería encontrarse en la parte externa de la inclinación

Blogalaxia: ~ Technorati: ~ AgregaX:

domingo, 19 de octubre de 2008

Hierbas PINZADO Y REDUCCION DEL TAMAÑO DE LAS HOJAS

Hierbas
Se trata de mostrar los resultados obtenidos en varios prebonsai a la hora de defoliarlos para conseguir una reducción del tamaño de la hoja. Esto fue hace un mes. La defoliación es la acción de quitar una parte o la totalidad de las hojas de un bonsái o prebonsai. Se hace cortando por el peciolo para que unos días más tarde este caiga por sí mismo y no dañe la rama. Los resultados que se muestran son en este caso con un arce, un abedul y un bosque de hayas.

Este es un prebonsai de arce cuya historia está aquí: http://alfredobc.blogspot.com/2008/04/transplante-de-arce-de-vivero.html


A la hora del defoliado, en junio de 2008. Tras quitarle todas las hojas. Hay que decir que para hacer esto conviene que el arbol tenga un buen estado de salud, con un cepellón bien formado, bien vitaminado y asentado en su maceta.

Dos semanas después presentaba este aspecto, la hoja algo reducida de tamaño y más densidad de ramitas. Ha crecido con fuerza. Si el arbol está con salud puede repetirse el año proximo para volver a reducir de nuevo las hojas.


Vemos el menor tamaño de las hojas que unos meses antes.


Este es un abedul al cual planeo cambiarle el diseño de las ramas, pero que tiene las hojas muy grandes. En dos temporadas tiene que reducirse al menos a la mitad. http://alfredobc.blogspot.com/2007/06/abedul-de-palito-prebonsai.html


Tras el trabajo de defoliado.

Resultado 15 días después, las hojas han respondido muy bien a la reducción y los brotes de ramas han sido muchos. El abedul responde muy bien al defoliado, además los nuevos brotes de hojas salen muy rápido.


Bosque de hayas: http://alfredobc.blogspot.com/2007/06/bosque-de-hayas-evolucin.html
Le había descuidado mucho y necesitaba una reducción del tamaño de las hojas.


Tras un largo y cuidadoso defoliado …….



Y en 3 semanas, este es el resultado. Las hojas han vuelto a salir muy fuertes. El bosque llevaba 2 años en esa maceta y estaba muy fuerte.



Detalle de las hojas nuevas con su ostensible reducción.

El defoliado es una técnica que puede ser peligrosa para el arbol si este no tiene la suficiente fuerza y no ha sido cultivado con cuidado, vigilando la consecución de un pan de raices grande, fertilizándolo abundantemente, regando lo necesario y dedicándole las horas de sol adecuadas.